des. 07 2009
Derechos de autor. Los libros electrónicos
Quería responder al interesante tema que plantea Lorena sobre los derechos de autor. Hemos visto en las lecturas como algunos de los autores plantean la problemática existente con ellos (Robert Darnton por ejemplo) y que son un problema de la cultura en general. La última polémica sobre la idea del gobierno de acabar con las descargas en internet es un buen ejemplo.
Simplemente os quiero llamar la atención sobre un hecho muy presente en los periódicos pero aún no en nuestra vida diaria y que va a suponer un cambio de una entidad inimaginable. Os hablo de los libros electrónicos también llamados “e-book” o “e-reader”. Un cambio comparable al que ha sufrido la música o el cine. Hace diez años nadie hubiera imaginado que podrías descargar canciones y películas gratis en cuestión de minutos. Sin contar con páginas como Youtube o Spotify que permiten escuchar y/o ver sin descargar. Se ha democratizado a niveles nunca soñados el acceso a una parte de la cultura. La pregunta es: ¿seguiremos comprando libros igual que ahora desde el momento en que puedas descargar y llevar en tu e-reader 3000 títulos?. La respuesta es difícil. Evidentemente habrá una coexistencia como dice Chartier en su artículo “¿Muerte o transfiguración del lector?”:
“Pero lo más probable, para los años que están por venir, es la coexistencia, que no será pacífica, entre las dos formas del libro y los tres modos de inscripción y de comunicación de los textos: la escritura manuscrita, la publicación impresa, la textualidad electrónica. Esta hipótesis es sin duda más razonable que las lamentaciones sobre la irremediable pérdida de la cultura escrita, o los entusiasmos sin prudencia que anuncian la entrada inmediata un una nueva era de la comunicación.” 1
Pese a esa coexistencia el cambio que introducirán los e-readers será un gran impacto. Y sobre los derechos de autor, creo que son necesarios cambios en su concepción para actualizarlos a nuestros días.
1. Chartier, Roger “¿Muerte o transfiguración del lector?”, en Las revoluciones de la cultura escrita, Barcelona, Gedisa, 2000, págs. 101-120